Programa
Historia 6to Economía.
1- Unidad
introductoria
Unidad
1: Concepto y definición del campo de estudio de la economía y la Historia
económica
“No
es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero la que nos
procura el alimento, sino su consideración de sus propios intereses.”
Adam Smith, La riqueza y la pobreza de
las naciones (1776)
Con
esta clásica cita comienza la también clásica obra de Paul Samuelson Economía, que sigue de esta manera:
Samuelson |
“Desde que el gran economista Adam Smith
escribió estas palabras hace más de 200 años, el mundo ha atravesado en su gran
parte un período de inimaginable prosperidad. En Estados Unidos y en otros
países industrializados, la mayoría de la gente puede comprar hoy muchas más
cosas de las estrictamente necesarias, como son los alimentos, el calzado y el
alojamiento. Pero, ¿ha proporcionado la prosperidad general una vida feliz y
plena a todas las personas que habitan en los países ricos? En absoluto. La
mayoría de la gente sigue luchando por mejorar. Las empresas compiten
ferozmente por los clientes, inventando nuevos productos y mejorando y
abaratando los antiguos. Los trabajadores compiten por el empleo, obteniendo
títulos universitarios y adquiriendo formación y experiencia que esperan que
les den una ventaja en el mercado de trabajo. Los países también compiten,
adoptando una política macroeconómica y comercial que les dé una ventaja
económica competitiva.
Hoy
la competencia es, en todo caso, más intensa. Vivimos la era de los mercados
globales, en la que los bienes circulan a través de las fronteras nacionales
con mayor facilidad que nunca. (…) Y por primera vez todo el mundo juega con
las mismas reglas, las reglas de una economía de mercado global. ¿Quién puede
adaptarse mejor a los cambios de los mercados? ¿Quién puede surcar mejor los
mares de la nueva tecnología? Es mucho lo que está en juego. Los vencedores son
los que obtienen más beneficios y salarios, mientras que los vencidos se quedan
rezagados.”
Samuelson
expresa verdades comprobadas, científicas, reales y verificables, pero, por
sobretodo, también expresa ideología, es decir, una forma de pensar, y en base
a esa ideología construye su pensamiento científico. Por ejemplo, cuando
expresa “el mundo ha atravesado en su gran parte un período de inimaginable
prosperidad” se debería agregar la palabra “material”, prosperidad material,
que no es lo mismo que “prosperidad moral”, “prosperidad artística”, o
“prosperidad espiritual”. Samuelson, al decir “prosperidad” a secas, nos está
diciendo que para él, la prosperidad es únicamente la material. Prosperidad,
según la “ideología” de Samuelson es “comprar hoy muchas más cosas de las
estrictamente necesarias”, esta prosperidad se logra a través de la competencia,
competencia feroz, e individualismo feroz, en el cual, al igual que las leyes
darwinianas “Los vencedores son los que obtienen más beneficios y salarios,
mientras que los vencidos se quedan rezagados.”
Entonces,
Materialismo, Individualismo y Competencia, son elementos claves de la
ideología de Samuelson, y por lo tanto de su interpretación de la economía.
Esta ideología o esta forma de entender la economía es la que ha predominado en
gran parte del mundo en los últimos tiempos y ha transformado el mundo de forma
tal que, si no la comprendemos cabalmente, realmente quedamos rezagados.
Samuelson no es más que uno entre muchos ideólogos de esta economía capitalista
y que se ha convertido en clave de los procesos mundiales actuales e incluso de
nuestra propia vida íntima.
Para
Samuelson, la Economía es fundamental en ese sentido para comprender el mercado
global que hoy nos rige, pero no es la única razón por la cual se estudia
economía:
Ganar
Dinero.
Tememos
ser analfabetos sino comprendemos las leyes de la economía.
Mejorar
el medio ambiente.
Entender
la economía de distintos países como Rusia o China.
La
economía nos afecta desde que nacemos nos enfrentamos a crudas realidades
económicas.
Como
votantes debemos tomar decisiones sobre cuestiones económicas.
Elegir
la profesión a la que vamos a dedicarnos toda la vida.
Según
Samuelson la economía “es el estudio de
la manera en que la sociedades utilizan los recursos escasos para producir
mercancías valiosas y distribuirlas entre los diferentes individuos”
“Tras
esa definición se esconden dos ideas clave en la economía: los bienes son
escasos y la sociedad debe utilizarlos eficientemente.
Los
bienes son limitados, mientras que los deseos parecen infinitos. Dado que los
deseos son ilimitados, es importante que una economía saque el mayor provecho
de sus recursos limitados, lo cual nos lleva al concepto fundamental de
eficiencia. Eficiencia significa ausencia de despilfarro, es decir, utilización
de los recursos de la economía de la manera más eficaz posible para satisfacer
las necesidades y los deseos de los individuos.
Más
concretamente, la economía produce eficientemente cuando no puede producir una
cantidad mayor de un bien sin producir una menor de cualquier otra.
La
esencia de la economía es reconocer la realidad de la escasez y averiguar
entonces cómo debe organizarse la sociedad de tal manera que utilice del modo
más eficiente los recursos.”
Otro
aspecto ideológico de Samuelson que se aprecia aquí es que los deseos humanos
son “infinitos”, seguramente los sean para gran parte del mundo, pero no para
todo el mundo, la idea de infinito es un concepto muy complejo que ha variado
muchísimo a lo largo de la historia y que ha tenido muy diferentes
interpretaciones, de aquí se derivan otras cuestiones ideológicas relacionadas
con los que decía en el primer párrafo “¿ha proporcionado la prosperidad
general una vida feliz y plena a todas las personas que habitan en los países
ricos? En absoluto. La mayoría de la gente sigue luchando por mejorar.” Para
Samuelson la gente seguirá luchando para mejorar hasta cumplir todos sus
deseos, pero dado que sus deseos son infinitos, está lucha parecería que jamás
tendrá fin. Aquí se expresa entonces, una visión de la historia, una visión
lineal progresista, es decir, que la historia debe o tiene que ser como una
línea que avanza indefinidamente hacia adelante y hacia arriba, siempre
mejorando materialmente, “prosperando” indefinidamente.
De
todas formas, esta idea de economía es hoy predominante sobre todo en los
países occidentales desarrollados, Estados Unidos y Europa Occidental
sobretodo, donde la obsesión por la eficiencia y la producción ha hecho de
ellos países extremadamente ricos, pero es también esta misma obsesión la que
ha llevado a otras regiones del mundo a ser víctimas de dicha obsesión.
El estudio de la
economía
Smith
puede considerarse con razón el fundador de la disciplina de la microeconomía, rama de la economía que
se ocupa actualmente de la conducta de entidades individuales como los
mercados, las empresas y las economías domésticas.
En
cambio, la macroeconomía, que es la
rama de la economía que se ocupa del funcionamiento global de la economía, no
existió como es hoy hasta 1936. Fue ese año cuando John Maynard Keynes publicó
su revolucionaria obra Teoría general de
la ocupación, el interés y el dinero. (…) Keynes puso de relieve el hecho de que las economías
de mercado podían funcionar mal. En su libro, desarrolló una teoría de las
causas del desempleo y las recesiones económicas, de la determinación de la
inversión y el consumo, de cómo los bancos centrales gestionan el dinero y los
tipos de interés y de por qué algunos países prosperan, mientras otros se
estancan. Keynes también sostenía que el Estado podía contribuir
significativamente a allanar las oscilaciones de los ciclos económicos. Aunque
muchos economistas ya no aceptan sus teorías y recomendaciones específicas, las
cuestiones que abordó Keynes siguen definiendo el estudio de la macroeconomía
actual.
Las
dos corrientes -la microeconomía y la macroeconomía- convergen y forman la
economía moderna actual.
b) - Algunas
corrientes del pensamiento económico.
La economía
clásica.
La economía
marxista.
La economía
neoclásica.
La economía clásica, fines del siglo XVII
![]() |
Smith |
Se considera a Adam Smith como el fundador de
la economía moderna, y sus aportes contribuyeron a configurar lo que se conoce
como economía clásica, o también llamada economía liberal, basada en la
generación de riqueza a través del trabajo libre, individual e interesado y la
no intervención del Estado en la mayoría de los asuntos económicos, dado que
estos se autorregulan por una “mano invisible”, es decir, la ley natural de la
economía llamada “la ley de la oferta y la de manda” que establece tanto los
precios de los productos como el volumen de la producción de forma libre.
Smith
se ve influenciado por el ambiente social, político y cultural de su tiempo, la
Revolución Gloriosa en Inglaterra (1688) y la corriente de los pensadores
ilustrados ingleses y franceses (Locke, Rousseau, Voltaire, Montesquieu,
Quesnay y otros) que propugnaban un mundo libre de monarquías absolutas y donde
existiera representación política y mayor libertad para el individuo.
“¿Dónde
y cuando surgió el gran río que es hoy la economía? Podemos datar los orígenes
de la economía moderna en 1776, año en que Adam Smith publicó su obra clásica Investigación sobre la naturaleza y causa de
la riqueza de las naciones. En este libro. Smith sentó correctamente los
principios básicos de una economía de mercado. (…)
Los
estudios sobre economía existen desde la antigüedad de donde proviene la
palabra economía que deriva del griego antiguo (Oikos nemo) y significa
“administración de la casa”, pero Adam Smith es el primero en la historia en
señalar que los individuos son seres racionales con capacidad para maximizar el
bienestar social. La revolución de Smith consiste en realizar un análisis
basado en las personas, sus capacidades y sus deseos.
En
La riqueza de las naciones, Smith
consideró cómo se fijan los precios, estudió cómo se fijan los precios de la
tierra, el trabajo y el capital e investigó las virtudes y los defectos del
mecanismo del mercado. Y lo que es más importante, identificó notables
propiedades eficientes de los mercados, la “mano invisible” que extrae un bien
común en los actos interesados de los individuos. Todas estas cuestiones siguen
siendo importantes hoy y, aunque el estudio de la microeconomía ha avanzado,
sin duda, extraordinariamente desde los tiempos de Smith, éste sigue siendo
citado tanto por los políticos como por los economistas.”
Hay
que hacer notar que la obra de Smith estuvo decididamente influenciada por los
trabajos de los fisiócratas franceses como Quesnay, que, en su crítica a la
economía mercantilista predominante en la Europa absolutista de los siglos XVI
y XVII, propusieron el lema de Laissez
faire - laissez passer, es decir, dejar hacer - dejar pasar, al contrario
de la idea predominante en aquel tiempo que establecía básicamente que los
Estados debían dirigir la economía y asegurar mediante balanzas comerciales
favorables la acumulación de metales preciosos en sus arcas. Quesnay y otros
fisiócratas franceses declaraban que la riqueza no solamente no se encontraba
en la acumulación de metales preciosos, sino que además el Estado no debía
intervenir en los asuntos económicos, por eso se debía dejar que la economía se
autorregulase por sí misma.
![]() |
Ricardo |
Para
los fisiócratas la riqueza se encontraba en la tierra, que, a diferencia de los
metales preciosos, esta tiene posibilidades infinitas de riqueza y no se mueve
de un lugar a otro. De ahí viene el nombre fisiocracia
que quiere decir “poder de la naturaleza”. Smith va a llevar estas ideas
más lejos, diciendo que la verdadera riqueza se encuentra realmente no en la
tierra, sino en el trabajo, ya sea del hombre que la cultiva, como del que
fabrica las herramientas para que pueda hacerlo. Además va a llevar más lejos
la idea del laissez faire,
estableciendo más profundamente las leyes económicas “naturales” que regulan el
mercado.
A
principio del siglo XIX, otro pensador muy influyente en la historia del
pensamiento, David Ricardo, publica un estudio sobre la obra de Smith llamado Economía política (1817) que se
convierte en la obra de referencia para los economistas clásicos.
A
partir de este momento el debate por las ideas económicas dará a lugar al
surgimiento de diversas corrientes económicas, de las cuales las más
influyentes en un primer momento serán las escuelas marginalista y marxista.
La economía marxista (mediados del siglo XIX)
Marx |
Karl Marx,
el filósofo judío alemán realizó en el siglo XIX uno de los aportes más
importantes en el campo de la economía a través de varias obras como El manifiesto comunista de 1848 y sobre
todo El capital de 1867. Marx
sostiene que las relaciones económicas son la “infraestructura”, es decir, la
base sobre la cual todos los elementos de una sociedad se sostienen, la
“superestructura” conformada por la religión, la política, la cultura,
etc. A lo largo de la historia las
relaciones económicas se han basado en la explotación de una mayoría de hombres
por parte de una minoría que es la dueña de los medios de producción y que
buscan mantener y prolongar dicha situación con los elementos de la
“superestructura”, pero también la historia registra las sucesivas revoluciones
de los explotados contra los explotadores que ha hecho cambiar los modos de
producción a lo largo del tiempo, desde el primitivo modo de producción
esclavista en la antigüedad, el modo de producción feudal en la edad media, y
finalmente el modo de producción capitalista en la actualidad, que opone a la
burguesía por un lado que es la dueña de los medios de producción, contra el
proletariado que le vende a la burguesía su fuerza de trabajo a cambio de un
salario. Es por esto que Marx dice que la historia es la “historia de la lucha
de clases”.
Según Marx,
en la etapa “capitalista” de la historia, gracias a la industrialización la
burguesía acumula cada vez más poder y riqueza al mismo tiempo que genera masas
de obreros cada vez más explotados y en condiciones cada vez miserables, lo que
llevará en el futuro a la revolución del proletariado contra la burguesía y el
capitalismo, instaurando así una “dictadura del proletariado”, que será una
etapa de la historia transitoria hasta la instauración de una “sociedad
comunista” donde las clases sociales dejen de existir y por lo tanto ya no
habrá más lucha de clases y también finalizará la historia misma.
Economía neoclásica
(fines del siglo XIX y principios del siglo XX)
Un
antecedente directo de la escuela neoclásica es la llamada escuela marginalista
de fines del siglo XIX, cuyos máximos representantes son el francés León
Walrass y el italiano Vilfredo Pareto, fue la primera en expresar la economía
en el lenguaje matemático, eso les permitió plantear problemas de optimización,
es decir, minimizar costes y maximizar beneficios, y con su estudio marginal,
trazar las curvas de oferta y demanda.
Marshall |
En
1890, el economista inglés Alfred Marshall publica Principios de economía, en donde sintetiza las ideas de Adam Smith
y David Ricardo con las de los economistas marginalistas, así nacen los
llamados neoclásicos.
Los
neoclásicos siguen tres conceptos, en primer lugar: individuos egoístas,
racionales, maximizadores del bienestar y con información perfecta; segundo:
propiedad privada y distribución individual de recursos; y tercero capacidad de
los individuos para usar tecnología, trabajar y decidir racionalmente.
A
partir de estas tres ideas deducen todas sus conclusiones, es por tanto una
teoría deductivista y además individualista, la naturaleza del hombre es la que
determina la estructura y las cualidades de la economía. Por ejemplo, deducen
el precio como efecto de la oferta y la demanda, los precios quedan reducidos a
sus causas, por esto la lógica neoclásica es deductiva, reduccionista y
determinista.
Al
igual que los “clásicos”, los “neoclásicos” ven la intervención estatal como
una barrera a eliminar para conseguir el máximo de bienestar, defienden que el
capitalismo es la mejor manera de “administrar la casa”, la que satisface mejor
el bienestar.
Los
años veinte en los Estados Unidos pareció darle la razón a los neoclásicos,
donde los individuos satisfacían sus necesidades gracias a la tecnología y la
no intervención estatal, aunque también genero división social entre
empresarios y trabajadores, surgimientos de sindicatos y partidos socialistas y
finalmente la llegada de la gran crisis de 1929 que hará rever los postulados
económicos manejados hasta entonces.
Los tres problemas
de la organización económica
Toda
sociedad debe tener una manera de decidir qué
mercancías se producen, cómo se
producen y para quién se producen.
De
hecho, estas tres preguntas fundamentales sobre la organización económica -el
qué, el cómo y el para quién- son fundamentales hoy como en los albores de la
civilización del hombre. Examinémoslas más detenidamente:
-
¿Qué
mercancías se producen y en qué cantidades? Una sociedad debe decidir qué
cantidad de cada uno de los numerosos bienes y servicios posibles producirá y
cuándo los producirá. ¿Producirá hoy pizzas o camisas? ¿Unas cuantas camisas de
buena calidad o muchas baratas? ¿Utilizará recursos escasos para producir
muchos bienes de consumo (como pizzas congeladas) o menos bienes de consumo y
más bienes de inversión (como máquinas para fabricar pizzas) que aumenten la
producción y el consumo en el futuro?
-
¿Cómo
se producen los bienes? Una sociedad debe decidir quién los producirá, con qué
recursos y qué técnicas de producción utilizará. ¿Quién se dedicará a la
agricultura y quién enseñará? ¿Se producirá la electricidad por medio del
petróleo, de carbón o de energía nuclear? ¿Contaminando mucho el aire o poco?
-
¿Para
quién se producen los bienes? Una tarea clave para cualquier sociedad es
decidir quién recogerá los frutos de los esfuerzos económicos. O dicho en
términos formales, ¿cómo habrá de dividirse el producto nacional entre las
diferentes economías domésticas? ¿Habrá muchos pobres y unos cuantos ricos?
¿Irán a pagar las rentas altas a los directivos, a los trabajadores o a los
terratenientes? ¿Comerán bien los enfermos y los ancianos o se les dejará que
se las arreglen solos?
El
mercado, la autoridad y las economías mixtas
oferta y demanda |
Una tarea clave de las economías
es estudiar y explicar las diferentes respuestas que puede dar una sociedad a las
preguntas del qué, el cómo y el para quién. Las diferentes sociedades se
organizan por medio de distintos sistemas económicos y la economía estudia los
diferentes mecanismos que pueden utilizar para asignar recursos escasos.
Actualmente, podemos distinguir
dos maneras fundamentalmente diferentes de organizar una economía. En un
extremo, el gobierno toma la mayoría de las decisiones económicas: las personas
que ocupan los puestos jerárquicos superiores dictan órdenes económicas a los
que ocupan los puestos inferiores. En el otro, las decisiones se toman en los
mercados, en los cuales los individuos o las empresas acuerdan comerciar
voluntariamente los factores y los productos, normalmente por medio del dinero,
examinemos brevemente estas dos formas de organización económica.
En Estados Unidos y en la mayoría
de los países democráticos, la mayor parte de las cuestiones económicas se
resuelven en el mercado. De ahí que su sistema económico se denomine economía
de mercado. Una economía de mercado es aquella en la que los individuos y las
empresas privadas toman las principales decisiones relacionadas con la
producción y el consumo. Un sistema de precios, de mercados, de beneficios y
pérdidas, de incentivos y premios determina el qué, el cómo y el para quién. Las
empresas producen la mercancías que generan los mayores beneficios (el qué)
mediante las técnicas de producción que son menos costosas (el cómo), y el
consumo depende de las decisiones de los individuos sobre la forma en que deben
gastarse los salarios y las rentas de la propiedad generadas por su trabajo y
sus propiedades (el para quién). El caso extremo de una economía de mercado, en
el que el Estado no desempeña casi ningún papel económico, se denomina economía
de laissez-faire.
"Un mercado es un mecanismo por medio del cual los compradores y los vendedores de un bien o servicio determinan conjuntamente su precio y su cantidad"
En cambio, una economía
autoritaria es aquella en la que el gobierno toma todas las decisiones
relacionadas con la producción y la distribución. En una economía de este tipo
(…) el Estado es dueño de la mayor parte de los medios de producción (la tierra
y el capital); también posee y dirige las operaciones de las empresas en la
mayoría de las industrias; es el patrono de la mayoría de los trabajadores, a
los cuales le da instrucciones sobre la forma en que han de hacer su trabajo;
también decide cómo ha de dividirse la producción de la sociedad entre los
diferentes bienes y servicios. En suma, en una economía autoritaria el Estado
responde a las principales cuestiones económicas a través de su propiedad de
los recursos y de su poder para imponer sus decisiones.
Ninguna sociedad contemporánea
encaja perfectamente en una de estas categorías extremas. Son todas ellas
economías mixtas, en las que hay elementos de las economías de mercado y
elementos de las economías autoritarias. Nunca ha existido una economía de
mercado al 100 por ciento (si bien la economía de la Inglaterra del siglo XIX
se aproximó mucho a ella). En los países occidentales, actualmente la mayoría
de las decisiones se toman en el mercado, pero el Estado desempeña un
importante papel en la modificación de su comportamiento; establece la
legislación y las normas que regulan la vida económica, produce servicios
educativos y policiales y regula la contaminación y las empresas.
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